Periodo desde 1881 en adelante
Gobernadores de la Provincia de Buenos Aires/ 2 / 3 / 4 / 5/ 6
Período de 1881 a 1913
Dardo Rocha – Carlos Alfredo D’Amico – Máximo Alejandro Paz Cascallares – Julio A. Costa – Juan Carlos Belgrano Martínez – Eduardo Olivera – Lucio Vicente López – Guillermo Ascencio Udaondo Peña – Bernardo de Irigoyen – Marcelino Ugarte – Ignacio Darío Irigoyen – José Inocencio Arias – León Ezequiel del Corazón de Jesús de la Serna Gómez
Período de 1913 a 1931
Eduardo Arana – Juan Manuel Ortiz de Rosas – Luis García –Marcelino Ugarte– José Luis Cantilo – José Camilo Crotto –Luis Monteverde – José Luis Cantilo – Valentin Vergara – Nereo Crovetto – Carlos Meyer Pellegrini – Clodomiro Zavalía – Carlos Meyer Pellegrini – Mariano Vedia (H)
Período de 1931 a 1941
Manuel Ramón Alvarado – Raymundo Meabe – Honorio Puyrredon – Federico Martínez de Hoz – Raúl Díaz –Edgardo J. Míguez –
Raúl Díaz – Manuel Antonio Fresco – Alberto Barceló –Luis A. Cassinelli – Octavio Ramón Amadeo – Carlos Herrera – Octavio Ramón Amadeo – Eduardo T. Lápez –Eleazar T. Videla
Período 1941 a 1955
Enrique I. Rottjer – Rodolfo Moreno –Pedro Oscar Cazalas –
Armando Verdaguer – Faustino J. Legón – Julio O. Ojea – Luis Garcia Mata – Juan Carlos Sanguinetti – Roberto M. Vanetta – Juan Atilio Bramuglia – Ramón del Río – Alberto Honorio Reales – Francisco A. Sáenz Kelly – Juan E. Coronas –Francisco A. Sáenz Kelly – Domingo Mercante – Carlos Aloé
Período 1955 a 1976
Arturo Ossorio Arana – Juan María Mathet –Emilio A. Bonnecarrére – Oscar Alende – Andrés Framini –Guillermo Vicente Salas Martínez –Jorge Bermúdez Emparanza –Roberto Etchepareborda – Ceferino Merbilhaa – Félix Trigo Viera – Saturnino Llorente – Horacio Rivara – Miguel Moragues – Victorio Calabró
Período 1976 a 2019
Adolfo Sigwald –Ibérico Saint-Jean – Oscar Bartolomé Gallino – Jorge Aguado – Alejandro Armendáriz – Antonio Cafiero – Eudardo Duhalde – Carlos Ruckauf – Felipe Solá – Daniel Scioli – María Eugenia Vidal – Axel Kicillof
Dardo Rocha
Aunque menos conocido como Dardo Rocha Arana y nacido como Juan José Carlos Jacinto Dardo Rocha y Arana (Buenos Aires, 1 de septiembre de 1838 – ib., 6 de septiembre de 1921) fue un abogado, político, diplomático, militar, periodista y docente argentino, que actuó, que actuó siendo joven en las guerras civiles argentinas y con el rango de sargento mayor en la Guerra del Paraguay, posteriormente se dio de baja en el Ejército Argentino y fue electo gobernador de la provincia de Buenos Aires desde 1881 hasta 1884, y ejerciendo su mandato fue el fundador de las ciudades de Necochea en 1881, de La Plata en 1882, de Coronel Vidal y de Pehuajó, ambas en el año 1883, y por último de Tres Arroyos en 1884, además de ser mentor y primer rector de la Universidad de La Plata desde 1897 hasta 1905.
Carlos Alfredo D’Amico
(Argentina, 1839 – íd., 1917) fue un abogado, político y escritor argentino, destacado por haber sido gobernador de Buenos Aires entre 1884 y 1887. D’Amico se recibió de abogado e inició su carrera política en su juventud, siendo partidario de Adolfo Alsina y colaborador de El Nacional. Antes de convertirse en gobernador de la Provincia de Buenos Aires, fue ministro de la misma y senador nacional representándola. En 1884 fue electo gobernador, sucediendo a Dardo Rocha en el cargo y siendo su vicegobernador Matías Cardoso. Durante su gobierno tuvo lugar la sanción de la Ley Provincial Nº1810, el 5 de marzo de 1886, por la cual se reglamentaban las actividades de los municipios, estableciendo la creación de un Poder Ejecutivo unipersonal ejercido por un intendente, y un Poder Deliberativo compuesto por concejales que conforman el Concejo Deliberante.
El día 18 de marzo de ese año, D’Amico reglamentó dicha ley y dispuso que él mismo nombraría a los intendentes de algunos municipios dejando sujeto a votación sólo la elección de los concejales. Los municipios cuyos intendentes él designó son Carmen de Areco, Arrecifes, Rojas, Nueve de Julio, Veinticinco de Mayo y Junín. Su mandato finalizó en 1887. Durante su gobierno se desató una fuerte crisis presupuestaria y financiera en la provincia, También debió hacer frente al levantamiento en armas conocido como la mal llamada Revolución del Parque comandado por Leandro Alem. Su gobierno se vio franqueado por las acusaciones de corrupción que cundieron contra su gobierno, basadas sobre todo en la concesión de obras a empresas cercanas a familiares y miembros del gobierno, el derroche en gastos considerados superfluos y el exceso del gasto público finanzas públicas debiendo declarar la provincia en bancarrota en tres ocasiones 1985 1986 y 18871. Posteriormente viajó a México. Regresó a la Argentina en 1904. Murió en 1917.
Máximo Alejandro Paz Cascallares
Nació en Buenos Aires el 15 de abril de 1851, falleció el 7 de noviembre de 1931, fue un hacendado y político argentino, que ejerció el cargo de gobernador de la provincia de Buenos Aires entre 1887 y 1890. Era hijo de Marcos Paz, un tucumano que sería gobernador de Córdoba y de Tucumán y vicepresidente de la Nación; su madre era la acaudalada estanciera Micaela Cascallares. Era primo del general y presidente Julio Argentino Roca. A la muerte de su padre, en 1868, el presidente Bartolomé Mitre lo nombró oficial de la policía de la capital; hizo una larga carrera policial, llegando al grado de comisario a fines de la década del 70. Fue jefe de un batallón de voluntarios porteños durante la revolución de 1880. Más tarde fue secretario del Consejo Provincial de Educación y luego diputado nacional. Su candidatura a gobernador fue promovida por el expresidente Roca, contra la candidatura oficialista de Nicolás Achával.
De acuerdo a la versión del gobernador saliente, Carlos D’Amico, fue un premio por parte de Roca por tres traiciones que habría perpetrado Paz: a los revolucionarios del 80, a un proyecto revolucionario del entonces gobernador Dardo Rocha contra el presidente Roca, y a la elección de diputados nacionales rochistas en las elecciones de 1886. La victoria de Paz marcó el principio del fin de las aspiraciones presidenciales de Dardo Rocha; también fue uno de los últimos acuerdos entre Roca y el presidente Miguel Juárez Celman. A medida que Roca y Juárez se distanciaban, Paz se alineó completamente con el presidente, mostrándose como su principal aliado, ya que ambicionaba ser el candidato juarista a la vicepresidencia de la Nación en la fórmula oficialista que encabezaría Ramón José Cárcano. Falleció en Buenos Aires en 1931; sus restos descansan en el cementerio de la Recoleta de esa ciudad. Se había casado con Georgina Kent, de quien tuvo tres hijos: Máxima, Eva y José Máximo.
Julio A. Costa
Quilmes, provincia de Buenos Aires, 10 de julio de 1852 – 1939) fue un escritor, periodista y político argentino. Ejerció el cargo de Gobernador de Buenos Aires entre 1890 y 1893. Julio A. Costa era hijo menor de Pedro Antonio Ángel Costa Álvarez y María Gregoria Isla y Gómez. Su hermano mayor, Carlos José Costa, llegó a ser jefe de policía de la provincia. Contrajo matrimonio con Agustina Paz y Cascallares, con quien tuvo seis hijos. Fue electo gobernador de la Provincia de Buenos Aires en 1890, asumió el cargo el 1 de mayo.
Firmó el 2 de junio de 1890 la ley que autorizaba la fundación de la ciudad de Quequén, en el sur de la provincia.3 En 1891 apoyó la candidatura de Roque Sáenz Peña a la presidencia para las elecciones del año siguiente, candidatura que finalmente no existió. Fue derrocado por la Revolución de 1893 en agosto de ese año. Después de ser depuesto vivió en La Matanza. Liberal en lo económico era profundamente conservador en lo social, oponiéndose al voto universal, y llevando una tenaz defensa del voto censatario y de la educación reservada solo para las elites.
Juan Carlos Belgrano Martínez
Nació el 11 de julio de 1848 en Pelotas, Río Grande del Sur, Brasil. Abogado que fue designado por la Junta Revolucionaria de 1893 como Gobernador de la provincia de Buenos Aires, cargo que ejerció desde el 9 de agosto de 1893 y por un término de nueve días hasta la intervención federal y posterior arresto llevado adelante por el gobierno de Luis Sáenz Peña.
En 1878 fue electo Diputado de la provincia de Buenos Aires por el Partido Nacional que lideraba Bartolomé Mitre.
En 1890 integro la Unión Cívica y tuvo una destacada participación en la Revolución del Parque de Artilleria.
En 1891 fue nombrado vicepresidente del Comité Provincia de Buenos Aires de la recientemente creada Unión Cívica Radical.
Participo junto a Hipólito Yrigoyen en la organización de la Revolución Radical de 1893 siendo proclamado por amplia mayoría como el Gobernador revolucionario de la provincia de Buenos Aires convirtiéndose así en el primer radical en ocupar ese cargo. Abel Pardo en Gobierno, José de Apellaniz en Hacienda, Marcelo T. de Alvear en Obras Públicas, Emiliano Reynoso y el Cnel. Martín Yrigoyen fueron sus ministros.
En 1894 fue nuevamente electo como Diputado de Buenos Aires pero renuncio antes de asumir su banca y se radico en País hasta su muerte.
También se desempeño como juez en lo civil de la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal.
Nacido en el entonces Imperio del Brasil, debido a que su familia se vio obligada a huir durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, tenia doble línea de parentesco con el Gral. Manuel Belgrano ya que por un lado era su sobrino nieto y por el otro estaba casado con Flora Gregoria Vega Belgrano que era una de las nietas del creador de la bandera.
Falleció a los 63 años de edad el 12 de junio de 1911 en París, Francia.
Eduardo Olivera
Nacio en Buenos Aires, junio de 1827 – fallecio septiembre de 1910), fue un hacendado y político argentino, que fue presidente de la Sociedad Rural Argentina y brevemente fue interventor federal de la provincia de Buenos Aires. Estudió en el Colegio de los jesuitas de la ciudad de Buenos Aires, pero no completó sus estudios. A los 15 años comenzó a administrar la estancia “Los Remedios”, de su padre Domingo Olivera. Más tarde se trasladó a Europa, donde completó sus estudios y se recibió de ingeniero agrónomo en el instituto de Grignon. Más tarde estudió química en Inglaterra, además de viajar por varios otros países de Europa.
De regreso a la Argentina, trajo un plantel de ovejas raza “Negrete”. Poco después, lanzó la idea de fundar una sociedad de fomento de las actividades rurales. Antes aún de fundarla, organizó una exposición rural a la que invitó a los principales ganaderos de la provincia de Buenos Aires. Después de un viaje a Alemania, en que estudió las leyes de propiedad territorial, y las leyes sobre hipoteca, fundó con otros estancieros la Sociedad Rural Argentina, en 1866. Si bien había sido su principal impulsor, cedió el cargo de primer presidente a José Alfredo Martínez de Hoz (padre); fue electo para ocupar la segunda presidencia, en 1870, y durante su período comenzó la publicación de los “Anales” de la misma.
Intentó la fundación de un banco hipotecario, pero los grandes ganaderos, que conseguían tierras muy baratas, no le encontraron utilidad. Escribió asiduamente en los diarios, defendiendo distintas políticas agrarias.
Fue diputado y senador provincial, y en 1871 organizó y presidió la Exposición Nacional de Córdoba, éxito resonante de publicidad, con muy pocas aplicaciones prácticas, pero que confirmó el prestigio del presidente Sarmiento.
El presidente Nicolás Avellaneda le ofreció el Ministerio de Relaciones Exteriores, cargo que declinó. En cambio, sí aceptó ser director nacional de Correos, a la que sumó la dirección de Telégrafos, y reorganizó la repartición con éxito, haciéndola particularmente eficaz, especialmente para el Ejército Argentino.
Fue también el presidente de las comisiones de las Exposiciones Universales de París en 1889 y 1900.Tras la revolución de 1893, fue nombrado interventor federal de la provincia de Buenos Aires por el presidente Luis Sáenz Peña entre agosto y septiembre de 1893. Se recuerda su corta gestión por la fundación de la primera escuela agrotécnica del país, la de Santa Catalina, cerca de Lomas de Zamora. En sus últimos años se concentró en la ganadería, especialmente en el establecimiento de la raza ovina “Rambouillet” en la Argentina. Falleció en Buenos Aires en septiembre de 1910. En marzo de 1913, su familia vendió a la Municipalidad de Buenos Aires su quinta, que se convirtió en el Parque Avellaneda.
Lucio Vicente López
Nació en Montevideo, Uruguay, 13 de diciembre de 1848 – Buenos Aires, 29 de diciembre de 1894) fue un escritor, periodista, abogado y político argentino, hijo de Vicente Fidel López y nieto de Vicente López y Planes. fue un escritor, periodista, abogado y político argentino, hijo de Vicente Fidel López y nieto de Vicente López y Planes.
Sus padres fueron Vicente Fidel López y Emiliana del Carmen Lozano Zamalloa (quienes tuvieron siete hijos) y fue nieto de Vicente López y Planes.3 Cursó estudios secundarios en el Colegio Nacional Central. Se graduó en la Universidad de Buenos Aires en 1872.
Investigador de temas históricos y jurídicos, fue miembro de la Generación del 80. Poseedor de una sólida formación clásica, caracterizó a la sociedad de su tiempo como «beótica». Vislumbró que la ferocidad de la pampa y su fácil riqueza podrían determinar imperfecciones políticas.
Tras su retiro de la vida política, fue columnista del diario El Progreso, fundado por Domingo Faustino Sarmiento.
Simpatizó en un principio con el gobierno de Miguel Juárez Celman, aunque fue consciente de un cambio en el sistema político conservador y de la necesidad de un pronunciamiento civil, materializado en la Revolución del Parque. Tanto fue así que en 1888 aceptó y llevó a cabo la defensa del gobernador de Córdoba, Ambrosio Olmos, en el juicio político instigado por los Juárez en su contra, aunque el resultado fue adverso.
Fue legislador y diputado Nacional, ejerció el cargo de Ministro de Interior durante el gobierno de Luis Sáenz Peña, e Interventor Federal de la Provincia de Buenos Aires durante un breve período de 1893 a 1894.
Guillermo Ascencio Udaondo Peña
Nació en Buenos Aires, 14 de diciembre de 1859 – íd., 4 de agosto de 1922) fue un político argentino. Fue Gobernador de Buenos Aires entre el 1 de mayo de 1894 y el 1 de mayo de 1898.
Guillermo Udaondo nació el 14 de diciembre de 1859 en Buenos Aires, siendo hijo de Isabel Peña Zelaya y Guillermo Manuel de Udaondo Ortiz Basualdo. Se casó con Josefina Leloir Sáenz Valiente, con quien tuvo cinco hijos.
En su juventud se recibió de médico. Se afilió a la Unión Cívica y fue electo gobernador de Buenos Aires en 1894, desempeñándose en dicho cargo hasta 1898, cuando fue sucedido por el radical Bernardo de Irigoyen.
Durante su gestión gubernamental se fundó la Universidad Nacional de La Plata, siendo esta una de sus más importantes obras de gobierno. Como gobernador de la provincia su administración se vio convulsionada por profundos conflictos entre los partidarios y los adversarios de Alem e Yrigoyen. Tras el suicidio de Alem se desató una crisis impensada en las filas de su partido, manifestación de conflictos facciosos larvados desde tiempo atrás que aceleraron la descomposición del gobierno de Udaondo, junto con una parálisis presupuestaria.
La Avenida Udaondo de la Ciudad de Buenos Aires lleva su nombre en homenaje, así como la localidad de Villa Gobernador Udaondo, en el partido de Ituzaingó, la localidad de Gobernador Udaondo en el partido de Cañuelas y la calle Gobernador Guillermo Udaondo en Beccar, partido de San Isidro.
Bernardo de Irigoyen
Buenos Aires, Argentina, 18 de diciembre de 1822 – Buenos Aires, 27 de diciembre de 1906) fue un abogado, diplomático y político argentino. Dos veces ministro de Relaciones Exteriores, en 1874 y 1882 y una vez ministro del Interior en 1877. En 1898 fue elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires. Fue dos veces candidato a presidente de la Nación, en 1886 y en 1892, y dos veces senador nacional en 1895.
Bernardo de Irigoyen se casó con Carmen Olascoaga (1831-1893), hermana del coronel Manuel José Olascoaga, el 12 de octubre de 1850, con la cual tuvo 8 hijos: María del Carmen, Bernardo Irigoyen, Elena Juana, Manuel José Fermín, Fermín Francisco, Mercedes Adela, Carlos Alfredo Doroteo e Irene Alcira Irigoyen Olascoaga. Inició su actividad política en las filas de Los pandilleros, uno de los bandos en los que se dividieron los vencedores de Caseros si bien no participó de la batalla, grupo dedicado al pillaje y saqueo de las ciudades aledañas.
Habiendo heredado modestas tierras de su padre, alejadas de la ciudad de Buenos Aires, consiguió un préstamo mediante el cual desarrolló una explotación ovina, que creció a tal punto que al cabo de unos años contaba con negocios agropecuarios sumamente diversificados y una fortuna considerable. Fue uno de los gestores del Acuerdo de San Nicolás, una de las bases de la Constitución Argentina de 1853.
Irigoyen adhiere al popular Partido Autonomista dirigido por Adolfo Alsina, aliado a este participaría de la rebelión de 1874 al mando de 300 hombres operando en la zona de Chivilcoy, donde tendría escaramuzas con coronel José Inocencio Arias. Según el historiador Omar López Mato Bernardo de Irigoyen tendría una actuación controversial en el levantamiento al promover el saqueo y el pillaje a pueblos rurales al interior de la provincia de Buenos Aires durante el levantamiento, con la consecuente pérdida de 127 almas humanas y el robo de 23 mil cabezas de ganado por parte del bando alsinista que él dirigía.3Como gobernador llevó adelante la enajenación de la propiedad pública, que junto con el ruinoso gasto fue causa de una marcada inestabilidad financiera en la provincia, la deuda provincial creció un 49.44 por ciento durante su gobernación, mientras los intereses crecieron 123 por ciento en cuatro años.
En 1876 fue nombrado Ministro de Relaciones Internacionales del presidente Nicolás Avellaneda. Durante su gestión debió enfrentar la amenaza del Banco de Londres y del gobierno de Gran Bretaña de bombardear Rosario si el gobierno de Santa Fe no dejaba sin efecto la intervención del Banco de Londres. La enérgica posición de Irigoyen detuvo la acción bélica. A raíz del conflicto Irigoyen fue conocido por elaborar una doctrina sobre la ausencia de nacionalidad de las sociedades anónimas y la inaplicabilidad para las mismas de la protección diplomática que recibían los ciudadanos.
En 1889 adhirió a la recién formada Unión Cívica de la Juventud y a su sucesora la Unión Cívica y participó de la Revolución del 90. Al dividirse la Unión Cívica lo sigue a Leandro Alem y fue uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical.
Marcelino Ugarte
Nació en Buenos Aires, el 4 de junio de 1822. Era hijo de Valentín Ugarte y de María del Rosario Seide. Hizo sus estudios en el Departamento de Estudios Preparatorios de la Universidad de 1832 a 1835, y a los 13 años se matriculó para comenzar la carrera de jurisprudencia. Mo llegó a dar su examen general, aunque en 1839, le tocó replicar a Tristán Narvaja sobre un tema jurídico.
En 1840, suspendió sus estudios, trasladándose a Montevideo. Volvió ocho años después para rendir en marzo de 1849, su examen de tesis que versó sobre las facultades de los extranjeros para disponer por testamento de los bienes que poseyeran en la República. Ingresó a la Academia de Jurisprudencia a fin de complementar los tres años de estudios prácticos necesarios para ser abogado. El 11 de mayo de 1852, leyó en ese instituto un Comentario de la ley 10 de Toro, que constituyó su examen de egreso. Desde mediados de 1850 hasta mediados de 1852, Ugarte se desempeñó como secretario de la Academia.
Producido el triunfo de Urquiza en Caseros, Ugarte se dedicó de lleno a sus actividades profesionales, que ya había iniciado años antes en el estudio del doctor Baldomero García. Hizo la defensa del comisario Ciriaco Cuitiño y del vigilante Leandro Alen, acusados de los degüellos cometidos en 1840 y 1842, durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas.
Con talento y humanismo, el doctor Ugarte impugnó en su alegato el valor probatorio de los testimonios recogidos y señaló el miedo y el sentimiento de obediencia como causales de exculpación. Esgrimió como atenuantes el largo tiempo transcurrido desde que ocurrieron los hechos y la fecha del procesamiento de los defendidos. Por último, apreció como de carácter político los delitos imputados, alegando que estaban cubiertos por la expresión “olvido de todos los agravios” proclamada por el general Urquiza después de la caída de Juan Manuel de Rosas. Pero el fallo de la justicia resultó adverso y los encartados fueron condenados a muerte.
La defensa que hizo le malquistó con el gobierno que al poco tiempo lo desterró a Montevideo, regresando en mayo de 1854. Cinco meses después se casó con Adela Lavalle.
Colaboró en la revista “El Plata Científico y Literario”. Dedicado por entero al ejercicio de su profesión, supo adquirir en ella el prestigio de un avezado jurista y el respeto de un consejero a quien se confiaban los más arduos problemas.
Volvió a la Universidad, y en agosto de 1857, le fue confiada la cátedra de Derecho Civil, vacante por renuncia del Dr. Casagemas. Sus clases fueron publicadas a fines del siglo pasado y los cuadros sinópticos que hizo imprimir para facilitar su labor a los alumnos, revelan a un profesor hondamente preocupado por la enseñanza, a la que modernizó incorporando muchas de las soluciones aportadas por los Códigos más recientes, por la legislación nacional, la doctrina española y francesa. Sin embargo, su salud quebrantada y las demás obligaciones que tenía le impidieron continuar en la docencia. En marzo de 1859, pidió licencia nombrándose interinamente en su reemplazo al doctor Manuel Quintana, y dos años después presentó su renuncia definitiva.
Continuó como miembro de la Academia de Jurisprudencia, en la cual ocupó cargos de responsabilidad. El gobierno le encargó la redacción de un Proyecto de Código Civil, que quedó trunco.
El 28 de marzo de 1858, fue elegido diputado, y en el desempeño de su mandato se ocupó de proyectar la sanción de varias leyes que modificaban el derecho privado y procesal vigente.
Convencional en 1860, fue uno de los jefes del grupo que propuso la aceptación lisa y llana de la Constitución Nacional, y mantuvo un silencio absoluto para no enconar pasiones localistas. En el diario “La Patria”, órgano de la fracción moderada, publicó sucesivos artículos desde el 6 hasta el 31 de marzo, donde demostró que las reformas propiciadas por la mayoría eran innecesarias cuando no perjudiciales.
La disidencia de Ugarte con respecto a la política mitrista, que triunfó en la Convención, y luego en toda la República, debió naturalmente alejarlo de la actividad política. Pero fue por pocos años. Sus estudios universitarios y la posición que ocupaba en la sociedad porteña lo incorporaban al grupo que dirigía entonces los destinos del país.
Fue diputado a la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, en 1863, y diputado nacional en 1864. Miembro de la Convención Nacional de 1866, en este mismo año, ingresó al Senado de la provincia, en cuyo cargo sólo alcanzó a permanecer un período de sesiones. En el desempeño de esas tareas, Ugarte se impuso por la firmeza de sus discursos, la defensa permanente que hizo de la Constitución y de las leyes, como por la intransigencia que demostró al no pactar con los políticos y los turbios manejos. Intervenía constantemente en los debates, sin rehuir discusiones que sabía enojosas. Impresiona el tono áspero y tajante de sus palabras, pero también la precisión de sus frases, los conocimientos que revela, su pasión por el bien público, y el criterio levantado que lo impulsa a intervenir.
Entre sus discursos más importantes se debe señalar los que pronunció sobre la cuestión monetaria (5, 7 y 10 de agosto de 1863), las elecciones de 1864 (mayo 9 de 1864), la situación económica del país (22 de mayo de 1865), y sobre los derechos de exportación y la cláusula constitucional correspondiente (1º de setiembre de 1865 y 21 de mayo de 1866). En este último se manifestó contrario a la reforma de la Constitución, y esta opinión le impidió aceptar el ministerio que poco después le ofreció el gobernador Adolfo Alsina.
Entre sus escritos judiciales cabe recordarse su opinión sostenida al defender a la provincia de Entre Ríos, de que los componentes de la federación no podían ser llevados a litigar ante la Suprema Corte cuando eran demandados por vecinos de otras provincias. Para sostener su tesis publicó en 1866, su libro Las Provincias ante la Corte, estudio de Derecho Constitucional, que aparte de ser un análisis minucioso de los antecedentes constitucionales y de la jurisprudencia de nuestro país y de los Estados Unidos, tiene interés porque denuncia y combate por vez primera la progresiva unitarización de la República.
Su último discurso parlamentario –y por cierto el más vehemente y comentado- lo pronunció en el Senado de la provincia, el 13 de abril de 1869, al oponerse a que se celebraran las elecciones que habían dado el triunfo a los partidarios de Emilio Castro, que poco después iba a ser designado gobernador. Puede apreciarse la violencia de las pasiones políticas recordando que días antes su esposa había recibido una carta anónima amenazándolo de muerte si concurría al Senado. Su derrota y su conmoción producida por estos hechos lo indujeron a renunciar tanto a su banca como a otros puestos públicos.
En abril y mayo de 1869, se retiró de la Comisión de Inmigración –que presidía- y del directorio del Banco de la Provincia de Buenos Aires, recordando en carta particular a su presidente Pedro Agote, que “he estado y estaré distante de los partidos, porque me siento incapaz de aceptar la esclavitud de sus exigencias y de sus errores”.
Fue ministro de Relaciones Exteriores durante la gestión del vicepresidente Marcos Paz, designado el 6 de setiembre de 1867. En esta ocasión le cupo apoyar una propuesta destinada a poner fin a la guerra con el Paraguay que tantos perjuicios causaba. Por mediación del secretario de la Legación británica en Buenos Aires, G. F. Gould, el mariscal Francisco Solano López había hecho llegar a los aliados ciertas proposiciones de paz, que Ugarte analizó en un notable documento, sosteniendo las ventajas y aún la necesidad de poner fin a la contienda. Pero el Emperador de Brasil se negó a acepar una paz negociada. A principios de enero moría el vicepresidente, y el regreso de Mitre significó el abandono de una política sensata que hubiera permitido concluir la guerra sin aniquilar al Paraguay.
La posición política de Ugarte había quedado comprometida. No lo favoreció después su actitud en el Senado provincial frente a la tendencia “castrista”. En realidad, como él mismo lo decía, no era hombre de partido, ni podía someterse a esa rígida disciplina que ahoga el pensamiento individual e impide expresar opiniones disidentes. Era en cambio un hombre de estudio, un jurista con mayor vocación por los problemas del derecho que por las cuestiones políticas.
Así lo comprendió el mismo gobernador Castro, que olvidando las críticas lo designó fiscal del Superior Tribunal de Justicia de la provincia, el 16 de agosto de 1869. Un año después, el presidente Sarmiento y su ministro Avellaneda le daban la investidura consagratoria de ministro de la Suprema Corte, el 11 de julio de 1870, cargo en cuyo ejercicio lo sorprendió la muerte. Tenía entonces sólo 50 años.
Falleció el 1º de setiembre de 1872. En su tumba hablaron Salvador María del Carril, Bernardo de Irigoyen y Nicolás Avellaneda.
Ignacio Darío Irigoyen
Nació en Buenos Aires, 1 de abril de 1854 – falleció el 3 de noviembre de 1919) fue un funcionario y político argentino, que ejerció como gobernador de la provincia de Buenos Aires entre 1906 y 1910.
Estudió derecho en la Universidad de Buenos Aires, aunque no llegó a graduarse.1
Participó en la revolución de 1874, pese a lo cual era considerado amigo personal del vicepresidente Adolfo Alsina. También participó en la revolución de 1880, por la que fue arrestado.1
Adhirió de forma entusiasta a la fundación de la ciudad de La Plata como sede del gobierno de la provincia de Buenos Aires, y ejerció varios cargos en la administración provincial. Ocupó varios cargos secundarios, pero también algunos de mayor importancia, tales como Jefe del Departamento de Patentes y Marcas, y subdirector de la Dirección Provincial de Rentas.1 Fue uno de los fundadores del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata.2
En 1892 fue Ministro de Hacienda de la Provincia de Buenos Aires, para ser más tarde oficial mayor del Ministerio de Hacienda de la Nación, y Tesorero General de la Nación.1
En 1902, el gobernador Marcelino Ugarte legó al poder como candidato de los “Partidos Unidos”, una alianza del grupo mayoritario del Partido Autonomista Nacional con la Unión Cívica Nacional y la fracción de la Unión Cívica Radical que había seguido a Bernardo de Irigoyen. Ignacio Irigoyen formaba parte de esa coalición y fue elegido diputado nacional en 1904. El propio gobernador Ugarte lo propuso como candidato a gobernador, logrando el triunfo ante otras tendencias, todas separadas del PAN.3
Irigoyen asumió la gobernación el 1 de mayo de 1906. Al año siguiente, por influencia del presidente José Figueroa Alcorta, cambió el nombre de la coalición de partidos que lo apoyaba, por el de Partido Conservador, con lo que desaparecieron definitivamente el PAN, la UCN y la fracción disidente de la UCR.3 Sus alianzas cambiaron repetidamente: apoyó a Ugarte y a Figueroa Alcorta cuando éstos fueron aliados; cuando se enfrentaron, apoyó primero al presidente, luego se pasó a la oposición y finalmente terminó arreglando sus diferencias con Figueroa Alcorta.4
Construyó varios de los edificios públicos de la capital de la provincia, como el jardín zoológico de La Plata.5 y la Residencia de la Casa de Gobierno provincial, que fue inaugurada por su sucesor.6
Durante su mandato se construyeron varios ramales trenes provinciales de trocha angosta: la Compañía General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires, de capital francés, tuvo ramales que llegaron desde Buenos Aires a La Plata, a Nueve de Julio y a Rosario; más tarde se construirían ramales a Vedia y General Villegas. Se inició la construcción del Ferrocarril Provincial de Buenos Aires hacia Saladillo.7 El Ferrocarril Midland de Buenos Aires llegó hasta las cercanías de Chivilcoy.8
Un decreto del gobierno de Irigoyen fundó el pueblo de Divisadero, para cabecera del partido del Tuyú; hoy en día, el pueblo se llama General Madariaga, al igual que el partido.9
Tras dejar su cargo de gobernador, fue elegido senador nacional, llegando en 1919 a ser vicepresidente del Senado de la Nación Argentina, liderando la oposición al presidente Hipólito Yrigoyen. Falleció pocos meses después de dejar su cargo, en noviembre del mismo año.1
Su bisnieta Inés Pertiné es la esposa del expresidente argentino Fernando de la Rúa.
José Inocencio Arias
Buenos Aires, 28 de diciembre de 1846 – La Plata, 12 de septiembre de 1912) fue un militar y político argentino que participó en las últimas guerras civiles argentinas y ejerció el cargo de gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Se unió al ejército del Estado de Buenos Aires poco antes de la batalla de Pavón, que fue su bautismo de fuego. Participó también en la batalla de Cañada de Gómez.
Hizo la campaña completa de la guerra del Paraguay en el Regimiento 6 de Infantería, luchando en casi todos los combates; fue herido de gravedad en la batalla de Curupayty. Pasó los cinco años de la guerra en el frente, y regresó en 1870 a incorporarse a las fuerzas que hacían la guerra contra el entrerriano Ricardo López Jordán tras derrotar al gobernador hizo desplazar a todos los federales de los puestos públicos. Las tierras públicas fueron vendidas en subastas “públicas”, reservadas a los amigos del gobierno; muchos colonos fueron expulsados de sus tierras, y las tropas dirigidas por Arias cometió toda clase de atropellos, crímenes y asesinatos.
Destinado segundo jefe del regimiento Regimiento 6 de Infantería en Buenos Aires, fue nuevamente herido en 1874, cuando intentaba evitar un duelo entre sus oficiales. Enfrentó la revolución de 1874, contra la elección presidencial de Nicolás Avellaneda. El ejército rebelde, dirigido por Bartolomé Mitre e Ignacio Rivas había hecho una errática campaña por el sur de la provincia de Buenos Aires y marchaba hacia el norte, intentando incorporarse al otro ejército rebelde, dirigido por José Miguel Arredondo.
Dado que estaba en inferioridad numérica, se atrincheró en la estancia La Verde, del partido de Nueve de Julio, donde a Mitre no se le ocurrió otra cosa que mandar varias cargas directas de su caballería contra las posiciones gubernamentales. Los hombres de Arias los destrozaron con sus armas de repetición. Con sólo 900 hombres, Arias derrotó a los 3.000 de Mitre.
Participó de la Conquista del Desierto de 1879. Al año siguiente se unió a las fuerzas porteñas rebeldes contra las nacionales durante la guerra por la federalización de Buenos Aires: si bien logró detener a los nacionales en la batalla de Puente Alsina, el relativo fracaso en la batalla de los Corrales Viejos significó la derrota definitiva de la rebelión porteña. Fue perdonado y reincorporado al ejército, con el cual hizo algunas campañas menores en la Patagonia.
Entre 1888 y 1892 fue diputado nacional. Participó en la lucha contra las revoluciones radicales de 1890 y 1893. Fue varias veces diputado nacional.
Entre 1894 y 1898 fue vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, y nuevamente diputado nacional entre 1908 y septiembre de 1909, en que renunció para hacer campaña para ser gobernador de la provincia de Buenos Aires. Elegido gobernador, asumió el cargo en mayo de 1910. Falleció ejerciendo ese cargo, en 1912.
Entre 1894 y 1898 fue vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, y nuevamente diputado nacional entre 1908 y septiembre de 1909, en que renunció para hacer campaña para ser gobernador de la provincia de Buenos Aires. Elegido gobernador, asumió el cargo en mayo de 1910. Falleció ejerciendo ese cargo, en 1912.
León Ezequiel del Corazón de Jesús de la Serna Gómez
Nació en Buenos Aires, 11 de abril de 1855 – La Plata, 15 de marzo de 1913) fue un militar y político argentino, que falleció en el año 1913, siendo Gobernador de la provincia de Buenos Aires. Nació en la ciudad de Buenos Aires, fruto del matrimonio entre Ezequiel de la Peña Serna y Julia Gómez Arenas.
Se incorporó al Ejército Argentino a los 16 años para prestar servicios en la frontera de la provincia de Salta con el Chaco, para después servir en la frontera sur de la provincia de Buenos Aires. Participó en la batalla de La Verde a órdenes del coronel José Inocencio Arias y en la construcción de la Zanja de Alsina. Participó también en la Conquista del Desierto.
Tomó parte en la revolución de 1880, participando en las batallas de Corrales y Puente Alsina. Fue dado de baja al fracasar la revolución.
Formó parte de la Comisión Provincial de Aguas Corrientes de La Plata y fue oficial del cuerpo provincial de guardiacárceles.
Reincorporado al Ejército Nacional, y con el grado de mayor, tuvo un papel importante en la represión de la revolución radical de 1893, secundando al coronel Ramón L. Falcón.
Fue elegido diputado provincial en 1894 y reelegido en 1898, y tuvo la responsabilidad de organizar una milicia provincial en previsión de una guerra con Chile. Por iniciativa del gobernador Guillermo Udaondo fue ascendido al grado de coronel. Entre 1902 y 1910 fue diputado nacional por el Partido Autonomista Nacional. Fue un firme aliado tanto del gobernador Irigoyen como del presidente José Figueroa Alcorta.
Fue elegido vicegobernador por la fórmula del Partido Conservador en 1910, como segundo del gobernador, general Inocencio Arias. Tales elecciones se vieron empañadas por el sistema poco transparente que las caracterizaba ya que se daban las paletas del partido en sobres cerrados a los votantes, quiénes a las salidas del comicio debían entregar como prueba el sobre que les entregaban en la mesa electoral.
A principios de septiembre de 1912, el gobernador Arias se sintió repentinamente muy enfermo, falleciendo el día 12. De inmediato asumió el gobierno el coronel De la Serna.
Gran parte de su gestión estuvo orientada a llevar adelante una reforma de la ley electoral con defectos que la hicieron insuficiente como garantía de limpieza electoral. Durante su mandato se discutió la creación del Partido de Esteban Echeverría, a la que De la Serna se opuso vigorosamente; la ley que creaba ese partido sería sancionada poco después de su fallecimiento. Sus restos descansan en el cementerio de La Plata.
Gobernadores de la Provincia de Buenos Aires/ 2 / 3 / 4 / 5/ 6
Dardo Rocha – Carlos Alfredo D’Amico – Máximo Alejandro Paz Cascallares – Julio A. Costa – Juan Carlos Belgrano Martínez – Eduardo Olivera – Lucio Vicente López – Guillermo Ascencio Udaondo Peña – Bernardo de Irigoyen – Marcelino Ugarte – Ignacio Darío Irigoyen – José Inocencio Arias – León Ezequiel del Corazón de Jesús de la Serna Gómez